Aspecto poco usual
En lo más profundo del corazón verde del Amazonas, donde las copas de los árboles se entretejen en una bóveda sin fin y el aire tiembla con los susurros de los espíritus ancestrales, crece la enredadera del guaraná, no sólo una planta, sino un regalo sagrado de los dioses.
Para los indios, el guaraná es más que una fuente de fuerza. Es un puente entre mundos. Según las leyendas, su fruto rojo sangre con una pupila negra son los ojos del Gran Espíritu que cayó a la tierra para dar a la gente sabiduría y resistencia.
Los chamanes utilizan el guaraná en rituales: lo beben antes de una cacería para tener la vista de un jaguar, y antes de un consejo tribal para tener claridad de pensamiento. Pero se maneja con cuidado, porque su energía no es sólo un estimulante, sino parte de la magia de la selva.
Se dice que si se toma guaraná en una ceremonia sagrada, se pueden oír las voces de los antepasados en el susurro de las hojas....